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¿Ha pensado alguna vez en la combinación de Diseño e Tecnología para su laboratorio?
Es cierto que, por lo general, para los que trabajan en la industria alimentaria no es importante lo que se esconde dentro de los talleres de las panaderías y pastelerías, pero sí lo que sale de esos talleres, en forma de producto acabado.
Incluso los clientes que se sientan en la cafetería a comer un buen brioches con capuchino o van a comprar un kilo de pan para la comida del domingo se interesan más por los olores, el aspecto y el número de los que prestan atención a los ingredientes es cada vez mayor.
Pero, ¿qué tal si se revoluciona el concepto de calidad a partir de la cadena de producción?
Probablemente, muchos son reacios a realizar una inversión en tecnología para obtener más y mejor rendimiento de su laboratorio. Tal vez piensen que no tienen los números para hacerlo, tal vez tengan miedo de lo que significa gestionar grandes inversiones, o tal vez nunca hayan pensado en renovar el alma de su negocio.
Pero veamos algunas razones RENOVAR SU EMPRESA podría ser la clave del éxito:
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NO HAY UN MERCADO ESTÁNDAR: Con el tiempo, las características del mercado al que nos referimos cambian. No es raro escuchar palabras como globalización, adaptación, revolución, estrategia, marketing, renovación. Hoy en día nos encontramos en un mundo de rápidos cambios, y esto también es evidente en la alimentación. Nos enteramos de las novedades que llegan de varios países, la gente se abre en busca de nuevos sabores, nuevos productos y nuevas ideas alimentarias. Es necesario estar al día con estas tendencias no sólo para vender, sino también porque la competencia hoy en día es cada vez más feroz y las cosas se vuelven rápidamente "viejas".
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AUMENTA EL ENTUSIASMO Y EL VOLUMEN DE NEGOCIO: Aunque nuestra marca y nuestros productos sean lo que nos hace confiar, no podemos olvidar que el corazón de una empresa está en las personas que trabajan a diario para garantizar el éxito de un buen producto. Las estadísticas demuestran que contar con personal que trabaja con dedicación y entusiasmo aumenta la productividad y que el bienestar de los trabajadores y dentro de una empresa marca la diferencia en las cifras de facturación. En el caso de los que venden comida, admitámoslo, la diferencia también se hará evidente en el producto final, ya sea una pizza, un brioche, una galleta o un fragante pan horneado con amor.
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MEJORAR EL IMPACTO DE SU COMUNICACIÓN: no podemos suponer que una mejora en la tecnología de producción no tenga también implicaciones directas y visibles en el producto final. Un producto de mayor calidad será reconocido y apreciado por los clientes fieles, pero también atraerá la atención de quienes hasta ahora no se habían fijado en él, lo que atraerá y seducirá a un nuevo sector del mercado para que compre.
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INVERTIR EN CALIDAD: una empresa o laboratorio que invierte en la calidad de sus productos no tardará en darse a conocer dentro de su sector. Sabemos quiénes son los que realmente saben cómo hacerlo de los que venden algo. Podemos saber qué empresas de nuestro sector se renuevan manteniéndose en la cresta de la ola y cuáles se mueren de hambre por no ser capaces de adaptarse a las exigencias del mercado. Hoy en día, si queremos emerger, estamos obligados a ver las cosas de forma empresarial, eligiendo nuevos caminos y contando con el apoyo de expertos que han hecho de esto su "pan de cada día".
Elegir la tecnología aplicada a la alimentación ya no significa una producción que mira a la cantidad en detrimento de la calidad, sino que significa elegir producir como se quiera y en la cantidad que se quiera con una mejor calidad y, sobre todo, un éxito constante del producto. Gracias a las altas tecnologías aplicadas, es posible fabricar productos indistinguibles, tanto por sus características como por su forma, de los artesanales, y hacerlo sin desperdicios, con lo que se reducen notablemente los residuos.
Invertir en tecnología aplicada significa hacer una elección vanguardista en todos los sentidos, lo que se traduce en ser un emprendedor y aprender a mirar hacia el futuro siendo capaz de ver los beneficios de la novedad a 360º y abriendo la mente al verdadero "saber hacer".